Novela sin nombre

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Así es ... 'toy haciendo una novela, y como bien dice el título aún no tiene nombre.

No quiero aburrirlos con TODA la wuea ... así que voy a publicar una página, la primera.

Y eso más que nada ... es cortito así que lean y no flojeen >_>.

Risas, llantos, rostros, olvidos todos adornados por el tenue arco de la música. Bailen, bailen pobres mortales, su final se acerca, el gran amo extiende su manto dispuesto a castigar a los infieles, regocíjense, rían y lloren… pues eso será lo ultimo que harán, simples mortales.


Despierto entre sabanas mojadas, ¡carajo! otra vez tuve una pesadilla, mi sudor se escurre por la desolada cama, siento el peso de la discordia en mi lecho y pecho, ni modo. Me levanto de la fría cama y me dirijo a la ventana, una hilarante lluvia que golpea mis aposentos, tal parece que no podré dormir. Me dirijo hacía la cocina, camino hacia allá tropiezo con una extraña mancha en el piso, debe ser cerveza de ayer, la casa es un asco, no lo negare, parece que estuvo bastante buena la fiesta anoche, ya ni recuerdo que día es o que paso, no importa, solo debo apagar mí sed por alcohol.

Locura, besos del pasado, disparos sordos de las desoladas acompañantes de plomo, cuerpos al suelo, discordia. Los ojos se te hunden simple mortal, siente el frío lamento de tu alma ya muerta mientras ve el Apocalipsis tus propias manos.

¡¡Mierda!!, de nuevo he vuelto a caer en un sueño, me encuentro en el piso de la cocina, medio asfixiado, con las manos sudando y en cada una yace una simple pistola, jah jah, ¿así que estas son mis compañeras de plomo?, ni modo. Logro levantarme entre la incertidumbre, dejo el par de pistolas sobre una mesa no muy especial, a decir verdad, era muy común, no tenia ni mantel, lo único que resaltaba era que sobre ella habían unas pastillas, en un envase blanco, jah jah jah, mis fieles pastillas, leí detenidamente la etiqueta (Tomar una cada dos horas), ¿será por esto que tengo esas visiones?, las malditas puertas del tártaro donde se alza la perdición, ¿mí perdición?, ¿la de la humanidad?. Busco un vaso entre el desastre de la cocina, logro encontrar una copa con un rastro de vino, perfecto, pienso, tomo una pastilla y la introduzco en mi boca… me siento débil, demasiado, sin más… me desmayo en mis aposentos.